Si bien en otra entrada ya hablamos de sus propiedades (visitar Propiedades y beneficios de su consumo para mayor información) la descripción del harpagofito es bastante extensa:
Debido a las condiciones que la rodean (escases de agua y por ende terreno desértico, parásitos, etc,) ha debido adaptarse al entorno y para esto, sus raíces pueden llegar a los dos metros de profundidad. En ellas se conforman los tubérculos que se recolectan durante el mes de otoño para aprovechar sus propiedades.
El harpagofito es sumamente resistente, posee un tubo de color amarillo pálido más un lóbulo en el cual se encuentran las flores que miden de 4 a 6 cm. Las mismas tienen forma de trompeta y un color violáceo. Las semillas del harpagofito se expanden en primavera; las hojas tienen un tamaño bastante considerable, cuentan con lóbulos (de 3 a 5 cm) y han evolucionado hasta lograr una cobertura de células mucilaginosas que le otorgan el color verdoso/grisáceo.
El fruto del harpagofito es encapsulado, leñoso y crece al ras del suelo. Mide en promedio 15 cm de largo y es el que termina en forma de gancho, por ende, le otorga la denominación gancho o garra del diablo. De esta forma se conoce popularmente al harpagofito. Las garras se enganchan a los miembros inferiores de los animales para trasladarse y lograr la reproducción.
Las partes que se utilizan de la planta, son las llamadas raíces secundarias. Protuberantes, deben cortarse y secarse enseguida porque no se mantienen por mucho tiempo. En ellas hay reservas de agua que puede llegar hasta el 90% de su peso.
La parte aérea del harpagofito, muere cuando llega la época seca. Las sustancias protectoras que desarrolló con el correr del tiempo, han hecho posible que tolere las temperaturas extremas como por ejemplo, sequías de más de 8 meses. También resisten las altas temperaturas (radiación solar) y los gérmenes que puedan acosarlas.
Debido a las condiciones que la rodean (escases de agua y por ende terreno desértico, parásitos, etc,) ha debido adaptarse al entorno y para esto, sus raíces pueden llegar a los dos metros de profundidad. En ellas se conforman los tubérculos que se recolectan durante el mes de otoño para aprovechar sus propiedades.
El harpagofito es sumamente resistente, posee un tubo de color amarillo pálido más un lóbulo en el cual se encuentran las flores que miden de 4 a 6 cm. Las mismas tienen forma de trompeta y un color violáceo. Las semillas del harpagofito se expanden en primavera; las hojas tienen un tamaño bastante considerable, cuentan con lóbulos (de 3 a 5 cm) y han evolucionado hasta lograr una cobertura de células mucilaginosas que le otorgan el color verdoso/grisáceo.
El fruto del harpagofito es encapsulado, leñoso y crece al ras del suelo. Mide en promedio 15 cm de largo y es el que termina en forma de gancho, por ende, le otorga la denominación gancho o garra del diablo. De esta forma se conoce popularmente al harpagofito. Las garras se enganchan a los miembros inferiores de los animales para trasladarse y lograr la reproducción.
Las partes que se utilizan de la planta, son las llamadas raíces secundarias. Protuberantes, deben cortarse y secarse enseguida porque no se mantienen por mucho tiempo. En ellas hay reservas de agua que puede llegar hasta el 90% de su peso.
La parte aérea del harpagofito, muere cuando llega la época seca. Las sustancias protectoras que desarrolló con el correr del tiempo, han hecho posible que tolere las temperaturas extremas como por ejemplo, sequías de más de 8 meses. También resisten las altas temperaturas (radiación solar) y los gérmenes que puedan acosarlas.
