Se han realizado infinidad de estudios que han comprobado todas las ventajas que desde tiempos remotos, se le atribuyen al Harpagofito.
En uno de ellos que duró cuatro semanas, se les proporcionó 480 mg de extracto de harpagofito a 31 personas. La dosis era de dos veces por día. Los restantes individuos tomaron un placebo. Al terminar el período, se estableció que el extracto había sido mucho más efectivo ya que contribuyó a disminuir el dolor que padecían en el cuello, espalda y hombros.
En otra investigación más amplia con 197 sujetos que también sufrían de dolor crónico en la espalda (la parte baja), consumieron harpagofito durante un mes (todos los días) y luego de terminado el tratamiento afirmaron sentir una mejoraría, además de que precisaron menos analgésicos durante todo el proceso.
También existe un estudio realizado en 600 individuos que sufrían de artrosis que luego de haber empleado el harpagofito durante algunos meses, se vio reflejada una tasa de eficacia del 42%-85%, obteniendo beneficios según el tipo de dolencia: coxartrosis, artrosis en la rodilla, en las manos, a nivel lumbar, etc.
Otro estudio realizó una comparación empleando un extracto estandarizado de harpagofito, en relación a dos fármacos muy utilizados para combatir el dolor y la inflamación, como son el Diclofenac y el Rofecoxib. Luego de seis semanas, los pacientes que utilizaron el extracto lograron disminuir el dolor lumbar en un 20,7% el cual es un resultado muy similar a los otros remedios tradicionales. Sin embargo, los efectos secundarios fueron mucho más leves que los ocasionados por el Diclofenac y el Rofecoxib. Es así que los responsables del estudio calificaron al harpagofito como una “alternativa segura y eficaz en la terapia de los dolores de la espalda no específicos, a los antirreumáticos convencionales”.
Miguel Bernad, quien trabaja en el Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz, (en Madrid) aseguró haber observado su eficiencia en la disminución del dolor lumbar de origen desconocido. Asimismo, lo ha comprobado en el dolor osteoartrítico de rodilla y cadera, contribuyendo a la movilidad de estas partes.
También es conocido el estudio realizado en Alemania por el doctor Georgios Godolias, catedrático de Radiología y Microterapia del Hospital de Santa Anna, en Herne. Allí, trabajó con 97 pacientes los cuales evidenciaron una importante disminución del dolor lumbar. Este estudio también recopiló información sobre el contenido nutricional del Harpagofito.
Otro de los tantos estudios, es el realizado por Chubrasik en el año 2002, en el cual necesitaron de 250 pacientes con dolores no específicos. A estos se les dio una dosis de extracto de raíz de harpagofito, unos 60mg al día. Los resultados evidenciaron que un 50%-70% de las personas que consumieron el extracto, obtuvieron notables mejoras en su condición, con el agregado de que un número muy pequeño sintió algún efecto secundario.
La duración de la mayoría de estos estudios promedia entre uno y dos meses, utilizándose fundamentalmente el harpagofito como un antiinflamatorio para tratar el dolor, dando en todos los estudios formidables resultados.
